lunes, 21 de noviembre de 2011

Sonrisas al alcance de pocos


Para escribir este texto, me inspiré en el estilo de Arturo Pérez-Reverte. Tiene una columna fija en la revista XLSemanal llamada 'Patente de corso', columna que os recomiendo encarecidamente.  

Siempre he envidiado a esa gente que tiene una sonrisa permanente, casi cosida a sus mejillas. Ese tipo de personas a las que le brillan los ojos mientras, apasionadas, bien pueden estar contándote el resultado de un partido de fútbol o el descubrimiento de algo nuevo e increíble.
Por desgracia para mortales, pensadores y poetas varios, esto jamás resulta ser así. Precisamente por eso, por lo que representan. Una mente desarrollada, inteligente o sensible hará infeliz a su poseedor. Y no debéis sentir pena, porque en muchas ocasiones es ésta quien les inspira. La pena o la tristeza es una de las mejores y más crueles musas. Nos atrae, con sus dulces cantos y su sabiduría, y una vez nos tiene nos atrapa, nos impide escapar de sus garras. Vivir con ella no es cosa fácil, pero tampoco tan difícil como imaginamos. Es muy sencillo llamarla puta e inculparla de todos nuestros males. Y ya está, porque los escritores ante todo somos unos chulos. Y porque un escritor no es un ignorante, con g marcada, a lo español. Por lo que, una servidora, prefiere ser de los segundos.  Aunque tengo, como ya he dicho, cierta envidia a los primeros.

2 comentarios:

  1. Amo la foto y amo el texto. Yo también soy de las segundas, pero como tú envidio a los primeros. Por algo somos hermanas digo yo ¿no?. Siempre eres tú la que me da las fuerzas para seguir adelante, la que me anima, me ayuda y me hace sonreír aunque quiera llorar. Eres todo, eres lo más valioso de mi vida. Te amo.

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  2. bueno bueno, pero que tenemos aqui! que tu no puedes escribir tan bien, que no eres de letras!!! no seas abusona :P
    Es maravilloso, te lo digo de corazón. Te veo futuro escribiendo, piensatelo.
    Un beso Alba! :)

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